La coalición plantea una reducción media del 15% en las tasas municipales, la vuelta del IBI al 0,61 y la creación o modificación de 11 figuras fiscales.
El grupo municipal Izquierda Unida–Podemos ha presentado hoy, a través de su concejal Borja Peláez, una propuesta integral de ordenanza fiscal que será remitida al concejal de Hacienda. El documento incluye 23 medidas fiscales orientadas a aliviar la carga tributaria de la mayoría social y a aumentar la contribución de quienes más tienen.
Peláez ha señalado que “pretender recaudar a costa de subir tasas a la mayoría social no es tolerable desde una institución”, criticando la política fiscal del equipo de gobierno (PRC–PSOE), al que acusa de “alardear de que se recauda más, pero subiendo los impuestos a la mayoría”. También ha cuestionado al PP y Vox, “que hablan de bajar impuestos sabiendo que eso conlleva precarizar los servicios públicos”.
El concejal ha defendido la necesidad de “reequilibrar la fiscalidad municipal”, con bajadas selectivas en los tributos que afectan a toda la población y con nuevos impuestos que graven a los grandes patrimonios y actividades más contaminantes.
“El objetivo es aumentar los ingresos a través de una nueva política fiscal justa y progresiva, que alivie a la mayoría social y haga que los de arriba sean quienes más aporten”, ha subrayado.
Entre las principales medidas, el grupo municipal propone reducir el IBI urbano y rústico del 0,67 al 0,61, devolviéndolo así a los niveles de 2024, y mantener el tipo actual del IBI de características especiales.
En cuanto a las tasas, la coalición plantea una rebaja media del 15%, reduciendo la mayoría un 10%, salvo algunas excepciones: se mantendría la tasa de aparcamiento de autobuses y taxis, y se incrementaría un 35% la de instalación de terrazas (sillas y mesas) para compensar su bajada del año anterior. Las tasas deportivas se ajustarían a los importes vigentes en 2024.
MEDIDAS
Una de las principales novedades es la creación y modificación de 11 impuestos, entre ellos: un impuesto a las grandes superficies comerciales de más de 5.000 m² (incluidos aparcamientos), un impuesto verde, calculado en función de las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de recursos contaminantes y una tasa al “flipping” inmobiliario, que gravaría con un 25% del precio de venta las operaciones de compraventa realizadas en menos de dos años con finalidad especulativa.
Además, IU–Podemos propone modificar los coeficientes de situación del IAE para que las empresas con mayores beneficios contribuyan más, y ajustar el IBI según el valor de las viviendas, reduciéndolo en las zonas de menor valor y aumentándolo en las de mayor.También plantea establecer un tipo diferenciado del IBI para bienes urbanos no residenciales a partir de un valor catastral de 850.000 euros.
BONIFICACIONES
La propuesta presentada por la coalición incluye tres bonificaciones fiscales: para quienes incorporen viviendas vacías a una bolsa de alquiler público, para quienes realicen obras de accesibilidad universal y para edificios que adopten medidas contra la crisis climática, como la instalación de jardines verticales.
Finalmente, Peláez ha concluido que “con estas medidas se podrían incrementar los ingresos municipales sin castigar a la mayoría de los vecinos y vecinas”, agradeciendo al concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega, que haya permitido a los grupos de la oposición presentar sus propuestas.