Podemos e Izquierda Unida denuncian la “dejadez” de la Consejería de Sanidad hacia la ciudadanía castreña ya que “es un clamor que pese a la multitud de reclamaciones y quejas” al respecto se sigan viendo colas a la intemperie para las extracciones.

Los candidatos de la coalición, Alberto Martínez y Pablo Villasante, indican que “se han acabado todas las excusas y la paciencia”. El día 13 de enero, ya hace un mes, el nuevo gerente del Servicio Cántabro de Salud, Rafael Sotoca, “aseguraba” que –no existen motivos para que los pacientes de cualquier centro de salud de la región esperen en la calle, y si es así lo tenemos que resolver-.

“Pues si no hay razones, a qué esperamos”. “Es incompresible que, sea quien sea el responsable de la decisión final, no haya tomado cartas en el asunto hace tiempo. Se lo vamos a poner fácil, en ese ambulatorio acaba de eliminarse el servicio de urgencias, dejando libre un espacio amplio donde fácilmente podemos reubicar las analíticas”, señala Martínez.

Villasante, añade que “es más, si acaso hubiera problemas de aforo, como mal menor se podría dejar el final de la cola en los bajos de la Barrera al estar una de las entradas de esta sala ahí mismo. No sería lo deseable, pero desde luego sería una mejoría ya que, si amanece un día de lluvia, no estás aguantando la fila cayendo todo el chaparrón encima”.

Para Podemos e IU “quizá solucionar muchos de los males de la atención sanitaria en Castro Urdiales no sea una tarea sencilla, pero desde luego esta creemos que sí lo es, y así se lo vamos a proponer al SCS y a la gerencia del ambulatorio de la Barrera”.

La coalición, para finalizar, inciden en que “se da la circunstancia también que, en el día de ayer, los profesionales sanitarios y sindicatos médicos informaron de que el SUAP que desde el miércoles está funcionando en atención especial “dista mucho de mejorar la atención sanitaria ya que de los cuatro facultativos que realizaban el servicio de urgencias, dos en cada centro, ahora solo lo realizarán 2 de ellos durante las 24h en Cotolino, lo que no solo afectará a los pacientes, sino también a la conciliación de la vida laboral y familiar de los médicos”.