El concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Santander, Keruin Martínez, preguntará en el próximo pleno municipal sobre el resultado del supuesto estudio que el equipo de Gobierno ha encargado para estudiar alternativas a la ubicación de las ferias de la Semana Grande y otros eventos similares.
Todo parte de una moción aprobada en agosto de 2024 por el equipo de Gobierno del PP, en la que comprometía a estudiar alternativas. Desde entonces, las únicas declaraciones públicas de la alcaldesa de la ciudad, Gema Igual, han ido en la dirección de la edición de este año, la cual se volverá a optar por establecer el evento en el Sardinero a la espera de otro emplazamiento que se decidirá para 2026.
La pregunta registrada por Izquierda Unida plantea tres cuestiones muy concretas: cuándo estará listo el informe comprometido, que ya en agosto se anunció que ya estaba encargado; si el nuevo espacio contará con accesos adecuados y transporte público sin afectar a zonas residenciales; y si se han previsto medidas para controlar el ruido y gestionar los residuos eficientemente.
“Si realmente existe voluntad política de hacer las cosas bien, es hora de que el equipo de Gobierno empiece a concretar plazos, criterios técnicos y medidas de mitigación de impacto”, ha declarado el concejal, quien también ha advertido de que Izquierda Unida seguirá exigiendo transparencia, planificación y respeto para que este tipo de actividades tengan el menor impacto posible en la calidad de vida de los santanderinos.
Sobre el debate de la ubicación de eventos a gran escala, Martínez ha defendido que “se debe contar siempre con la participación activa de los vecinos y las vecinas”, y ha puesto como ejemplo otras ciudades como Sevilla, “donde estas decisiones se toman con procesos de escucha y planificación urbana”.
Asimismo, Martínez ha planteado los problemas de la ubicación actual, que no sólo genera molestias vecinales por el ruido, el tráfico y la basura, sino que también impide el uso de un espacio clave como aparcamiento. “En pleno verano, muchos coches y autobuses tienen problemas para aparcar en esa zona, a la que se le quitan estas plazas necesarias”, ha insistido, al mismo tiempo que ha recordado “el fiasco” del proyecto en esta zona, que “supuso una pérdida importante de fondos europeos que hubieran sido aprovechables con un proyecto creíble y verdaderamente necesario para un verdadero aparcamiento disuasorio, como el que necesita Santander”.