Izquierda Unida (IU) ha registrado una serie de alegaciones ante el Ayuntamiento de Santander en relación con la instalación de una franquicia de McDonald’s en el nuevo Mercado de Puertochico. En las alegaciones propuestas, el concejal de la formación, Keruin Martínez, ha lamentado que la operación supone una ruptura frontal con “la esencia, los objetivos y el modelo de los mercados municipales, y deja al comercio local y sostenible a merced de las grandes multinacionales”.
“El Mercado de Puertochico es un espacio de enorme valor histórico, simbólico y social”, ha puesto en valor Martínez que, no obstante, ha reconocido que “el cierre durante años, y el retraso continuo en su reapertura es obvio que ha podido suponer dificultades para encontrar empresas de hostelería que quieran instalarse allí”.
Entre las alegaciones, la formación ha reclamado la revisión inmediata del contrato de explotación del Mercado de Puertochico, para verificar si se están vulnerando los fines de identidad, cercanía y servicio público, así como la inclusión de cláusulas de protección del comercio y la restauración local que impidan la entrada de modelos incompatibles con la esencia del mercado. De igual modo, Martínez ha pedido la suspensión cautelar de nuevas aperturas de franquicias en mercados municipales, hasta que exista una normativa clara que garantice su uso coherente con el interés público.
INCOMPATIBILIDAD CON EL BENEFICIO LOCAL Y EXTERNALIZACIÓN EN LA GESTIÓN
Para Martínez, la instalación de una franquicia de este estilo es la consecuencia de “la privatización de la gestión pública”, que, en última instancia, refleja cómo “el Ayuntamiento se desentiende de ejercer sus funciones, así como la falta de dirección y rumbo”. Para Martínez, las declaraciones de la alcaldesa Gema Igual, en las que alegó no tener ningún problema con este modelo, son muy preocupantes “porque revelan que ni se plantean los inconvenientes de que este tipo de negocios pasen a ocupar un mercado municipal histórico”.
“Al no pensar en ningún momento en incluir cláusulas que protejan al comercio local, se deja la puerta abierta a la entrada de franquicias que rompen los principios de sostenibilidad, identidad y beneficio local que deben regir un mercado municipal”, ha matizado Martínez, al recordar que la cadena de suministro de este tipo de establecimiento “no tiene relación con el entorno, ni con MercaSantander, y su impacto económico se aleja de la economía de proximidad”.
Además, ha señalado que el pequeño comercio no puede competir en igualdad de condiciones frente a los márgenes, horarios y capacidad de producción de una multinacional, la cual, en un primer momento, llegó a pedir que se le permitiera abrir las 24 horas, contraviniendo las normas de dicho mercado. “Esto es una prueba más de que los mercados tradicionales y estas grandes franquicias son modelos que casan mal”, ha insistido Martínez.