Alfonso Sánchez Fuster, concejal de Izquierda Unida en Val de San Vicente, ha conseguido este miércoles el apoyo unánime de la corporación municipal en relación al refuerzo de la Atención Primaria.

El portavoz local de IU había presentando una moción para la mejora del servicio ante “el debilitamiento del sistema palpable en las quejas diarias de los vecinos”, dado que éstos “no están siendo atendidos físicamente” en los centros de salud como antes y, a muchos, “se les da atención telefónica o “ni siquiera eso, ya que, en muchas ocasiones, es imposible que las llamadas sean atendidas”.

Sánchez Fuster ha recordado que el centro de salud de Unquera preocupa mucho en Val de San Vicente a todos los vecinos, “siendo habituales ausencias e imposibilidad de cubrir vacantes”, tal y como transmitió el propio concejal al consejero en su visita al municipio en el verano del 2019.

Ahora, la moción, que también ha sido registrada en otros municipios con representación de IU, como en Santander, donde fue aprobada el mes pasado, incide en que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) indica la necesidad de que sea «accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ellos», por lo que la atención telefónica supone una barrera para muchas personas mayores, “más siendo Cantabria la cuarta comunidad autónoma con mayor población envejecida”.

Mientras que en Cantabria se destina un 16% del presupuesto en Sanidad a la Atención Primaria, la OMS apunta a que debería ser un 25%. Además, “existe la necesidad del aumento de ratios de los profesionales sanitarios, que se alejan de la media europea”, reflexionan desde la izquierda cántabra.

Por todo ello, la iniciativa aprobada instará al Gobierno de Cantabria a reforzar la contratación de personal en dicha especialidad, así como elevar “de manera significativa” el presupuesto de la Atención Primaria para acercarlo al 25% del gasto sanitario total.

Finalmente, la moción también incluía la petición para implantar las medidas necesarias organizativas y de protección del personal y usuarios que permitan a la Atención Primaria atender la actual demanda, “priorizando la atención presencial, y el cumplimiento del resto de funciones encomendadas por el Sistema Nacional de Salud”.