La formación que viene trabajando conjuntamente con otras organizaciones de Cantabria se suma a la puesta en marcha de mesas de recogida de firmas de la Iniciativa Legislativa Popular por una Renta Básica.

 Hace un año que el Movimiento Contra el Paro y la Precariedad comenzó a trabajar la Renta Básica, en enero presento la Iniciativa Legislativa Popular por una Renta Básica en el Congreso y en marzo se aprobó la puesta en marcha del texto para que le Movimiento comenzara con la recogida de firmas.

En Cantabria ya se constituyo en febrero un Grupo Promotor, integrado por organizaciones de distintos ámbitos, para promover y canalizar las acciones entorno a la difusión y puesta en marcha de la recogida de firmas, del cual Izquierda Unida forma parte. Durante estos meses distintas organizaciones y el propio Grupo han estado trabajando en este sentido.

Para que la ILP se pueda debatir en el Congreso es necesario medio millón de firmas en todo el Estado, el ratio que se ha decidido para Cantabria es superar las diez mil firmas, por ello desde la formación creen que imprescindible sumar todo el trabajo posible, para ello la importancia de coordinarse con otras organizaciones de Cantabria.

Desde Izquierda Unida se han producido dos encuentros formativos, de carácter interno, con las asambleas, las personas afiliadas y simpatizantes para aunarse al trabajo que se viene realizando desde el grupo promotor en Cantabria y seguir extendiendo la propuesta por distintos territorios. El próximo encuentro se realizara conjuntamente Con la Red de Solidaridad Popular (RSP) el jueves 24 a las 18.00 en el local de IU Camargo situado en la Avenida de Cantabria de Maliaño.

Ante esta situación, desde IU creemos importante apoyar la ILP, donde las ayudas no contributivas y la renta social (renta mínima) establecidas por las instituciones son insuficientes para garantizar la vida digna de las personas, son perversas y miserables por su excesiva burocratización y están empujando a los cántabros a situaciones de emergencia. Estas ayudas no dan cobertura a la situación de emergencia social, a esto se une la nula voluntad política por dar soluciones, el Gobierno está más preocupado por rescatar al sistema financiero que a las personas, a cuadrar sus números y a seguir el dictado de la Troika.

La Renta Básica es un instrumento factible de erradicación de la pobreza, un mecanismo de reparto de la riqueza y distribución de la renta, que puede dar seguridad económica a la población frente a la incertidumbre y la arbitrariedad.

Consiste en el derecho universal que tiene cada persona a percibir una cantidad periódica para satisfacer sus necesidades materiales sin ninguna condición que lo limite y se establecería en dos fases; la primera afectará a todas las personas domiciliadas en el estado inscritas al SEPE y que no reciban ningún tipo de ayuda, así como a las que reciban algún tipo de renta que sea inferior a la cuantía de la Renta Básica, complementándola hasta alcanzar dicha cuantía y las segunda regularía la extensión de derecho universal.