Miguel Saro, coordinador de IU Santander, considera que el alcalde está actuando como un político “amortizado”, destruyendo completos sectores económicos de la ciudad para adornar su fin de ciclo político.

Para Izquierda Unida, la “cruzada” municipal por la liberalización del sector comercial supone dejar totalmente fuera de juego al cada vez más deprimido pequeño comercio santanderino en beneficio de las grandes superficies comerciales de la ciudad. A juicio de su coordinador, “resulta evidente que tan sólo las grandes empresas pueden soportar una organización del trabajo que permita mantener abierto el comercio durante más de 50 horas semanales, aplastando a los comercios familiares que subsisten”.

Según Saro, la aplicación de esta liberalización no supondrá beneficio alguno para el consumidor, quien perderá la ventaja de proximidad de los pequeños comercios de barrio, cambiando sus hábitos de consumo al tener que desplazarse en su vehículo a una gran superficie. Igualmente, el control de la cadena de producción y logística de estas grandes superficies y su cada vez mayor dominio del mercado favorecerá la extensión del trabajo precario en todo el sector.

Desde la formación política recuerdan que el consumo no se ve afectado por los horarios de apertura sino por el hecho de que los ciudadanos han perdido poder adquisitivo, entre otras cosas, por la política de estrangulamiento del PP. “No se va a producir unas mayores ventas comerciales en el centro de la ciudad porque se abra hasta las cuatro de la mañana. No tienen ningún sentido”.

El alcalde está enviando un mensaje claro al pequeño comercio santanderino: su futuro está en un contrato a tiempo parcial en una gran superficie.

A juicio del coordinador de Izquierda Unida en Santander, resulta llamativo que el alcalde haya propuesto libertad de horario de apertura durante 16 domingos al año, por encima del periodo en el que estaría en vigor la “zona de gran afluencia turística” mientras que el consejero de Industria, Eduardo Arasti, lo haya reducido a 10 domingos.

Para Saro, “En la liberalización de horarios el alcalde no se molesta ni siquiera en aparentar que defiende al sector del comercio minorista de su ciudad, algo que le cuesta poco trabajo aparentar al consejero por la posición talibanizada del alcalde”

Para Izquierda Unida el alcalde de Santander aparece haber decidido, amortizada su carrera política, devolver los favores prestados durante su mandato a los que le han favorecido. En Izquierda Unida defienden un modelo de políticas para el sector que se centre en los intereses de la población y no exclusivamente en el de los eventuales visitantes. Esto unido a una contratación que no fuera meramente estacional mejoraría los datos de desempleo de Santander.

Para Miguel Saro, lo que trasciende de este modelo de comercio es que “el alcalde tiene un modelo de ciudad basado exclusivamente en un sector servicios precarizado que atienda a sus visitantes estivales, una suerte de `tapa, toros y cañitas´ a costa de subempleo en todo el sector, modelo que acentuará la senda de envejecimiento y depresión económica de la ciudad”