Dada la delicada situación del Ayuntamiento de Torrelavega, consecuencia de la mala gestión realizada por los actuales y anteriores gobernantes,  Izquierda Unida apuesta por una fiscalidad progresiva, basada en que “pague más el que más tiene”. Por ello en nuestra formación defendemos un cambio en las tasas del suministro de agua y en impuestos como el que afecta a los bienes inmuebles (IBI).

En Izquierda Unida Torrelavega, defendemos una política de fiscalidad progresiva en la gestión de tasas e impuestos de carácter municipal. Consideramos que el agua es un recurso básico, un derecho humano, y su gestión no debería estar en manos de una empresa privada. Los cánones de concesión, destinados a aliviar las finanzas municipales, son repercutidos en tarifa a los ciudadanos, por lo que la gestión privada no responde al interés general de los torrelaveguenses.

Nuestra organización considera que la actual tasa de abastecimiento que cobra el Ayuntamiento de la capital del Besaya es injusta y no fomenta el ahorro de un bien escaso como el agua, ya que paradójicamente le resulta más barata el agua a quien más consume. Esto sucede, porque el coste del metro cúbico es similar independientemente de la cantidad gastada, a lo que hay que sumar la conexión a la red general. Por eso creemos que se deben tomar medidas para fomentar y premiar el ahorro y crear una exención social a aquellos clientes que acrediten no poder hacer frente a las facturas.

Respecto al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), en la actualidad se viene aplicando un tipo único, y proponemos la creación de tramos impositivos en función del valor de las viviendas, de forma que las viviendas con valor catastral bajo paguen menos que las de valor catastral elevado. En IU defendemos que establecer diferentes tipos de gravamen en función de si la vivienda está ocupada o no, penalizando a las viviendas vacías, supondría un impulso para encauzar dichas viviendas al insuficiente mercado de alquiler actual. No es lógico que mientras muchas familias esperan para poder acceder a una vivienda de alquiler social, existan tantas vacías.

Finalmente, consideramos que ya es hora de bajar los impuestos para desahogar un poco a los ciudadanos de Torrelavega, una ciudad que ronda una tasa de paro del 25%, donde la industria cierra y donde cada vez un número mayor de familias carecen de recursos suficientes para hacer frente a sus necesidades básicas.