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Madrid, 3 de junio de 2014

La grave situación de crisis económica, social y política que vive nuestro país ha propiciado la abdicación del monarca y el intento acelerado de imponer al pueblo español otro Rey, sin que la voluntad del pueblo sea tenida en cuenta.

Para nosotros y nosotras esta decisión es consecuencia directa del deterioro y desplome del sistema bipartidista tras las elecciones europeas del 25 de mayo, en las que, por primera vez en la historia reciente, el bipartidismo que sostiene al régimen monárquico, ha tenido menos del 50% del respaldo directo de los ciudadanos y menos del 20% del apoyo de  los ciudadanos con derecho a voto. La crisis del bipartidismo se convierte en una crisis del Régimen.

Por eso exigimos que el pueblo, en el que reside la soberanía, hable y decida, a través de Referéndum, si quiere Monarquía o República, si quiere Monarquía o Democracia.

Porque somos ciudadanía, no súbditos, no queremos tutelajes ni que traten a los ciudadanos como menores de edad. Ejercer nuestra soberanía es hacer que sea el pueblo quien decida cómo quiere gobernarse. Es decidir entre todos y todas, qué país queremos y para ello, exigimos un Referéndum que abra el camino a un proceso constituyente para que decidamos colectivamente el país que queremos construir.

Es la hora de la Democracia con mayúsculas, porque el deterioro de la Corona y de las instituciones políticas que la han sustentado y que nos han llevado a una crisis sin precedentes, nos obligan a todos a pensar juntos un nuevo gobierno de las cosas, una  República en la que los ciudadanos estén en el centro de la política, que proyecte un cambio social, la profundización de la Democracia y los Derechos Sociales.

En el siglo XXI es inconcebible que el derecho de sangre esté por encima de la voluntad popular. El Rey se va ante el rechazo de la opinión público Quienes quieren sostener una Casa real salpicada de corrupción, opacidad y connivencia con las redes clientelares tejidas por el bipartidismo, quieren cambiar algo para que nada cambie. Pero estamos seguros y seguras  que no es ni lo que quiere, ni lo que necesita nuestro pueblo y, en cualquier caso, debe ser la ciudadanía y nadie más, quien decida.

Por ello hacemos un llamamiento a las fuerzas políticas, sociales, culturales y a todos  aquellos ciudadanos y ciudadanas que quieren ejercer su legítimo derecho a decidir cómo queremos gobernarnos, a reclamar juntos un Referéndum para que el pueblo decida, e iniciar el camino a un país más justo y  más solidario. A este proyecto le llamamos III República.