Miguel Saro, portavoz de IU Santander, critica el oscurantismo en la elaboración y ejecución del presupuesto municipal y pide activar mecanismos de participación ciudadana.

Miguel Saro considera que el trámite de debate municipal del presupuesto es una gigantesca farsa dada la imposibilidad de conocer con detalle las partidas del mismo y el uso del rodillo por parte del PP durante toda la legislatura. Desde IU consideran que las ofertas del alcalde a la oposición son “más falsas que las promesas de inversión municipal”.

Saro también reprocha al alcalde el total desprecio por los procedimientos de participación ciudadana previstos entre la normativa municipal, en concreto el Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana. Por ello, ha requerido al equipo de gobierno que muestre los planes de actuación que todos los consejos de distrito están obligados a presentar anualmente sobre sus zonas para determinar las prioridades municipales en cuanto a la ejecución del gasto e inversiones. Para el alcalde, es más cómodo usar a su delfín Santiago Recio para tratar con  “domadas” asociaciones vecinales, que conocer y atender los verdaderos problemas de los barrios.

La ausencia de estas memorias anuales significaría comprobar no sólo la ausencia de participación y debate sobre la aplicación del gasto público, sino también la oportunidad de las inversiones previstas en el presupuesto. Sobre lo poco que se conoce del presupuesto, el portavoz de IU Santander considera que pese a las manifestaciones del alcalde, el presupuesto municipal para 2013 es papel mojado al seguir los criterios de control de déficit que emanan de la administración central y de la “troika”.

Para IU resulta más importante revisar la ejecución del gasto y revisar la cuenta general municipal, antes que estudiar los resúmenes sin ningún detalle a los que el alcalde llama “presupuesto municipal”. Controlando el nivel de ejecución de gasto se podrá comprobar si todas las inversiones previstas para 2012 se han llevado a cabo o si parte de éstas no se han ejecutado y se destinarán a otros fines como la amortización de deuda. Saro ha recordado que la Ley de Estabilidad Presupuestaria obliga a las administraciones públicas a pagar deuda antes que servicios públicos, haciendo descansar sobre el estado en general la obligación del pago de la crisis provocada por el capitalismo financiero.

Por ello, Saro ha insistido que los presupuestos municipales son papel mojado, al estar imbuidos del mismo criterio contable de cinturón de hierro del déficit público, y por las prácticas municipales de no ejecutar el gasto de todas las partidas sociales para dedicar esos recursos al pago de los intereses de la deuda.