Izquierda Unida de Cantabria trasladará al Congreso de los Diputados el proyecto de construcción de diques en la playa de La Magdalena que está ejecutando el Ministerio de Medio Ambiente a través de la empresa pública estatal Tragsa, y que han generado ya varias concentraciones de protesta además de una denuncia a la Fiscalía por posible delito ecológico.

Así lo ha anunciado el portavoz de Izquierda Unida en Cantabria y concejal en el Ayuntamiento de Santander, Miguel Saro, haciéndose eco de la “alarma social” canalizada por grupos como ARCA y Alceda.

De modo que la diputada de la formación en el Congreso, Isabel Salud, registrará varias cuestiones para que responda el Gobierno sobre el denominado proyecto ‘Estabilización del sistema de playas Magdalena-Peligros’, concebido como una forma de evitar la pérdida de arena en las playas “y que está generando alarma ciudadana por su impacto visual y dudas sobre si realmente cumplirá su objetivo”.

En concreto, lo que se demanda saber es por qué el estudio de impacto ambiental refleja impactos en tres especies bentónicas cuando investigadores del Instituto Oceanográfico han trasladado, en la denuncia ante la Fiscalía, que superan las 200 que se verían afectadas por los rellenos de arena que lleva aparejado el proyecto.

En consecuencia, se pregunta si el Ministerio de Medio Ambiente conoce este informe y si tiene explicación para esa diferente valoración, recordando que el Estudio de Impacto ambiental consideró este proyecto como “impacto negativo” mientras que la Demarcación de Costas lo trató como “asumible” e inquiriendo también por el motivo de esta “divergencia de criterio”.

Pero también se hace eco de las dudas que sobre el proyecto expusieron instituciones como el propio Oceanográfico o el Puerto de Santander.

En concreto, el Puerto, dependiente del Ministerio de Fomento, advirtió de las posibles consecuencias sobre el canal de navegación, aspecto sobre el que pregunta la diputada de Izquierda Unida, así como por si se conocen los impactos en las mareas sobre los que se ha advertido.

Asimismo, recalcaba Saro, se quiere averiguar “por qué se han descartado otras alternativas con un impacto ambiental menor”, y también los detalles del coste económico de todas las alternativas que se contemplaban.

El portavoz de la formación de izquierdas advierte de que la “obsesión megalomaníaca” del hoy ministro de Fomento y exalcalde de Santander que impulsó el proyecto, Íñigo de la Serna, y el Ministerio de Medio Ambiente “puede cambiar de forma irreversible el paisaje de Santander” sin tener claro “que vayan a contribuir a solucionar el problema, sino que parece que están creando otro, como ya ha demostrado en el pasado el mismo Ministerio con otros proyectos en Cantabria, como fue la senda costera, que acabó siendo paralizada”, de modo que consideró que “siguiendo este ejemplo, aún estamos a tiempo de evitar un daño que perjudicará para siempre a la imagen de Santander”.

Esta labor de fiscalización de asuntos de Cantabria en el Congreso de los Diputados se suma a otras preguntas que Izquierda Unida ha trasladado a esta cámara, como los “puntos negros” de Limpias (N-629) y Saltacaballo (A-8), los desprendimientos en el Desfiladero de la Hermida, la seguridad de los ciclistas en las carreteras de Cantabria o el puerto deportivo de San Vicente, este último asunto igualmente llevado al Parlamento Europeo.

[Audio]

Miguel Saro, portavoz de IU Cantabria: