Izquierda Unida de Cantabria ha instado al presidente del Gobierno autonómico, Miguel Ángel Revilla, a convocar una reunión extraordinaria y urgente de la mesa del diálogo social para abordar medidas “inaplazables” con las que combatir la “sangría” industrial que se está intensificando en la comunidad autónoma.

Así se ha pronunciado la coordinadora de la formación de izquierdas, Leticia Martínez, en relación a los sucesivos ERTEs que se vienen anunciando en fábricas como GSW, SEG Automotive o Ferroatlántica, entre otras.

Martínez ha apelado a la necesidad de “salvaguardar lo poco de estable que había en el mercado de trabajo cántabro: el sector industrial”, y ha hecho hincapié en el “efecto tractor” que estas medidas tienen sobre industrias auxiliares y sobre otros sectores como el comercio o los servicios.

“¿Tiene el Gobierno algún plan para los trabajadores afectados por ERTEs? ¿Está barajando alguna medida para penalizar la precariedad o formar en nuevos sectores económicos a los trabajadores cántabros?”, ha inquirido la dirigente de Izquierda Unida Cantabria.

Martínez ha urgido a “materializar de una vez” los discursos sobre “nuevo modelo productivo y sostenibilidad que tanto repiten los dirigentes de PRC y PSOE desde que formaron gobierno sin que se materialice en los presupuestos de Cantabria que acaban de presentar”.

“Ni La Pasiega ni la mina de zinc van a salvar la industria cántabra. De hecho, cada vez es más probable que estos proyectos se sumen a la galería de bombas de humo de Revilla”, ha advertido, recordando que “hasta el Parlamento Europeo tiene dudas sobre el proyecto de la mina”, como se materializó la semana pasada en respuestas precisamente a una consulta de Izquierda Unida ante la Comisión de Peticiones.

“Y para colmo, dejan pasar convocatorias de ayudas relacionadas con la transición de las empresas y particulares hacia la economía circular y la disminución del impacto ambiental mientras otras comunidades hacen sus deberes a tiempo”, ha sentenciado.