Ciudad sucia

Desde Izquierda Unida Santander se aboga por revisar un servicio que cada vez cuesta más y es peor

Basura sobre los modernos contenedores soterrados en las zonas de Castilla-Hermida y de Valdenoja. Colillas en el Paseo Pereda y papeleras reventadas en El Sardinero, en otros barrios menos turísticos o céntricos la situación empeora. Para el candidato a la Alcaldía de Santander por Izquierda Unida, Miguel Saro es un tema preocupante: “Santander está más sucia que nunca. La basura no aparece en las infografías y el escaso o nulo mantenimiento del mobiliario urbano es un indicativo obvio de los enormes problemas económicos que tiene el municipio, con una deuda de más de 120 millones de euros”.

Una encuesta de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) daba un aprobado raspado al Ayuntamiento de Santander en este aspecto hace unos pocos días. El estudio destaca que los santanderinos están ahora nueve puntos menos satisfechos con el estado de limpieza de las calles, barrios y parques que hace cuatro años. Una línea descendente en el servicio preocupante.

El estudio deja a Santander en el puesto 25 de las ciudades con las calles menos sucias. “Creo que destaca también que dos ciudades vecinas, Oviedo y Bilbao, sean las más valoradas de la encuesta. Otras ciudades cercanas como Burgos, San Sebastián o Palencia están también entre las ocho primeras… Santander, la 25. Las comparaciones son odiosas cuando encima nos quieren vender una ciudad de postal”, valora Miguel Saro.

El municipio dedica 44 millones de euros de presupuesto a la limpieza y aseo de sus calles, más que Burgos o Pamplona, ciudades que han superado ampliamente en la nota a la capital cántabra. “Ocurre con otros servicios municipales, como el de aguas: cada vez pagamos más y obtenemos menos a cambio. Desde Izquierda Unida abogamos por revisar los contratos del Ayuntamiento con las empresas privadas y exigir mejoras, rebajas para el ciudadano o incluso una posible remunicipalización. Hace una década era casi impensable ver un papel en las calles de Santander con los barrenderos municipales, ahora nos cuesta más la limpieza y tenemos un peor servicio mientras una empresa privada obtiene beneficio”, argumenta Saro.

Para el abogado santanderino el actual contrato, que supone el 10% del presupuesto municipal, incluye labores como la eliminación de pintadas en las paredes que la empresa concesionaria no está cumpliendo. “Alguna de esas pintadas lleva años en el mismo lugar, lo mismo que las papeleras rotas y otras deficiencias. Creo que hace falta un aire nuevo en el Ayuntamiento para acabar con el mal olor”, ironiza el candidato.